El Golfo no es negociable espaldas del pueblo venezolano

Tomado de:

http://www.entornointeligente.com/resumen/resumen.php?items=851265

19 de Abril de 2009 Referencia: 2001


Ya conocemos las relaciones epilépticas del presidente Hugo Chávez hacia Colombia en la persona de su mandatario Álvaro Uribe, a quien un día trata de hermano y al otro lo insulta. Primero vimos como en la reunión de Hato Grande, en 2007, en un gesto al estilo "Superman" ofreció la paz para Colombia, la libertad de los secuestrados por las guerrillas FARC y la solución al problema del Golfo, comenta de entrada Pompeyo Márquez, ex ministro de Fronteras y destacada figura política nacional.



Pero poco después, debido al manejo político del tema de los secuestrados por las FARC propagandístico y personalista en Venezuela, Colombia y la comunidad internacional en general, el presidente colombiano Uribe lo desautorizó como "mediador de buena fe" y arremetió contra Uribe con toda clase de denuestos y descalificativos como traidor, narcoparamilitar, traidor y peón del imperio, entre algunos. Llegando al extremo, en alocución televisada en cadena nacional, de decir que "Venezuela limita al occidente con las FARC". Denuestos y descalificativos como traidor, narcoparamilitar, traidor y peón del imperio, entre algunos. Llegando al extremo, en alocución televisada en cadena nacional, de decir que "Venezuela limita al occidente con las FARC".



En marzo de 2008, a raíz de la muerte de Raúl Reyes y su comando de las FARC, en un bombardeo colombiano en zona fronteriza de Ecuador, y lo que se encontró en los computadores del ex jefe guerrillero, Chávez también en explosión de emotividad, en cadena de radio y televisión, ordenó la expulsión del embajador y demás personal de la embajada de Colombia en Venezuela y el retorno inmediato de la misión venezolana.


Al tiempo que en plena transmisión ordenó al ministro de Defensa, Rangel Briceño, la movilización de tanques y diez batallones de tropas a la frontera por el Zulia, que -por lo visto entonces- no se pudo realizar por el deficiente apresto militar venezolano.



Márquez refiere que el Estado venezolano, a través de sus gobiernos -con reciprocidad de sus pares colombianos, desde 1989 para las relaciones bilaterales constituyeron comisiones para intercambios comerciales y otros asuntos fronterizos (Copiaf)- mientras que la Comisión Negociadora Globalizada (Coneg) tenían como misión específica el tratamiento y búsqueda de entendimientos y acuerdos sobre temas como la delimitación de aguas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela, la demarcación y densificación de hitos fronterizos, sobre hoyas hidrográficas y navegación fluvial especialmente de los ríos Carraipía-Paraguachón, Catatumbo y Orinoco-Meta entre los principales afluentes del Lago de Maracaibo, que tienen sus nacientes en Colombia; así como el tema de las migraciones. "El último presidente de la Coneg venezolana, fue el general Olavaria Jiménez, ex comandante del Ejército, quien se enteró en Bogotá, de su destitución, a través del diario El Tiempo".



A partir de 2007, las negociaciones bilaterales fueron asumidas por el embajador venezolano Pavel Rondón y el colombiano Gómez Barrero. "Nada más de supo de las comisiones, pues las relaciones internacionales del país las lleva de manera personal y personalista el presidente Chávez. De manera irresponsable ha sido desmantelada la experticia y experiencia de la Cancillería", acotó Márquez.



PREACUERDO HACE DOS AÑOS


Sorprende ahora a la opinión pública venezolana, la filtración de un documento del politólogo Francisco Nieves Croes, consultor jurídico de la Armada venezolana, sobre la existencia de un preacuerdo entre los embajadores-negociadores Rondón y Gómez, que dataría de 2007, en que Venezuela ha mantenido una línea mínima en prolongación ascendente desde Castilletes, en la Guaijara venezolana, hacia la península de Paraguaná. "Y que ahora de manera inexplicable sería en línea descendente desde Castilletes hacia Punta Cocuy".



"Por eso insisto -recalca Márquez- que no puede haber confiabilidad en el Gobierno ni en el presidente Chávez porque actúa de manera personalista, unilateral, sin contrapeso ni profesionalismo".



-Como ex ministro de fronteras y ex integrante de la Coneg he actuado en las negociaciones con Colombia siempre con espíritu integracionista que soy a carta cabal. Creo en la unidad de Colombia y Venezuela, de Latinoamérica y el Caribe. Como también he estado en contra de la manera como Chávez se retiró de la Comunidad Andina (CAN), del G-3 con México y Colombia y la forma como se presentó ante Mercosur.



NO HAY CONDOMINIO


En opinión del historiador Guillermo Morón, las comisiones binacionales no pueden actuar en forma clandestina. "Cualquier propuesta debe ser presentada a los gobiernos y éstos a través de las instituciones que les son propias: Congreso en Colombia y Asamblea Nacional en Venezuela, deben conocerlo, analizarlo y debatirlo. Aunque en la parte jurídica nada hay todavía. Una propuesta semejante debe ser publicada para que el pueblo pueda opinar. Particularmente el Gobierno no se ha ocupado de informar públicamente sobre el tema de delimitaciones marinas y submarinas".



Situación similar ha ocurrido con la reclamación del Esequibo, pese a que el embajador guyanés declarara públicamente que "el asunto estaba arreglado". Sin que el presidente ni la Cancillería hayan dicho nada, hasta el presente.



La delimitación de áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela han estado claramente definidas desde el siglo XVI hasta el sigo XX, desde Castilletes hasta el Cabo de La Vela.



Fue en el 1835, con el rechazo del Congreso venezolano del tratado Pombo-Michelena cuando perdimos en la mesa de negociación "sin disparar un tiro", 800 mil kilómetros cuadrados de territorios desde La Guajira; hasta Valle de Upar, en la parte atrás de Los Montes de Oca y los llanos de Casanare, por los malos gobiernos que hemos tenido.

En otro ángulo de consideraciones, Morón es enfático al descartar la posibilidad de un condominio en el Golfo de Venezuela, que condicionaría entradas y salidas al Lago de Maracaibo. "No existe tal posibilidad, pues la soberanía no se comparte".



-Lo más que podría suceder es que el Estado venezolano, a través de Pdvsa, en la figura de empresas mixtas con otras de Colombia, pudieran llegar a concesiones comerciales para exploración y explotación en áreas marinas y submarinas, como ha sucedido en la Faja del Orinoco.



QUE OPINAN LAS FANB...


En apreciación del internacionalista Leandro Area, el tema en discusión es sensible y delicado para Venezuela, "pues si el presidente Chávez dijo que está pendiente ya hay que resolverlo, si bien no ha dicho que firmaría tal preacuerdo tampoco ha dicho que no lo hará". Podría hacerlo, ya que la Constitución del 99 dice que él dirige personalmente las relaciones y políticas internacionales, a lo que hay que tomar en cuenta el apoyo irrestricto -por no decir control- de los otros poderes públicos.



Esto entraña varios peligros para Venezuela que Area puntualiza: 1.- La propuesta o preacuerdo que ha trascendido no ha sido conocido, discutido ni tiene el visto bueno de la opinión pública. Cuando ni siquiera fue informado ni consultado a todos los miembros de la comisión, como Nieves Croes.



2.- Sería una pérdida de soberanía de lo que ha sido la postura tradicional venezolana. Primero, en la prolongación de la frontera terrestre desde Castilletes hasta Punta Macoya- Cabo San Román. Segundo, pérdida de soberanía plena sobre el archipiélago de Los Monjes, mar territorial y zona económica exclusiva. "Sería ceder a la pretensión colombiana de la Línea Media Boggs, de los años 50, desde Castilletes hasta Punta Salinas".



3.- Pero además de una pérdida territorial en una zona "vital"", también sería de soberanía democrática. Acaso, se ha consultado que opina la Fuerza Armada y especialmente la Armada, guardián permanente de la soberanía en esas áreas.



ANTECEDENTES HISTORICOS


El Tratado Michelena-Pombo especificaba lo siguiente:
La línea limítrofe comenzaría en el cabo de Chichivacoa, en la costa del Atlántico y, siguiendo la línea Chichivacoa-teta de la Guajira dividiría la península en 2 partes, la occidental para Nueva Granada y la oriental para Venezuela; desde allí, seguiría rectamente por las alturas de los montes de Oca y las cumbres de Perijá hasta encontrar el origen del río Oro; luego, bajaría por sus aguas hasta la confluencia con el Catatumbo; seguiría por las faldas orientales de las montañas y, pasando por los ríos Tarra y Sardinata, iría rectamente a buscar la embocadura del río de La Grita en el Zulia; desde allí, por la curva reconocida como fronteriza, continuaría hacia la quebrada de Don Pedro y bajaría por este río al Táchira; por éste seguiría hasta sus cabeceras; luego por las crestas de las montañas donde nacen los ríos tributarios del Torbes y del Uribante, hasta las vertientes del Nula, continuando por sus aguas hasta el desparramadero del Sarare; de allí se dirigiría al sur a buscar la laguna de Sarare y, rodeándola por la parte oriental, seguiría con el derrame de sus aguas al río Arauquita; por éste, continuaría al Arauca y por las aguas de éste, al paso del Viento; desde este punto rectamente, a pasar por la parte más occidental de la laguna del Término y de allí, al Apostadero sobre el río Meta; finalmente, continuaría su dirección norte-sur, hasta encontrar la frontera del Brasil.



NIEVES CROES


Escribe Nieves-Croes: Si en algún área del Golfo de Venezuela ha sido determinante la práctica del Estado venezolano ha sido precisamente en esta. Con una línea como la propuesta (por Gómez-Rondón, n/n), se echan por la borda las décadas de esfuerzo del Estado venezolano. De nada han valido entonces, las horas de patrullaje, el tiempo dedicado por los miembros de la Armada a hacer respetar la soberanía, ni la labor de numerosos organismos venezolanos en ejercicio de la jurisdicción y soberanía".



Informa Nieves-Croes que sobre el tema, acompañado de la Comisionada Presidencial Giovanna De Michele consultó en Europa a varios expertos. "Muchísima importancia dieron ellos, y la colega Comisionada es testigo, a la práctica venezolana en el área, ya que la misma inclina decisivamente la balanza a favor de la tesis de Venezuela, de prolongación de la dirección general de la frontera terrestre". De allí que le hubiera parecido "inexplicable" a Nieves-Croes "que no se hubieran proporcionado los elementos que constituyen esa práctica a los asesores, en la oportunidad en la que se les consultó (sin mi conocimiento). Más inexplicable aún, si consideramos que los mismos hicieron el requerimiento respectivo a la Coneg, a través del embajador de Venezuela en Holanda... Esta situación requiere de una adecuada explicación, ya que es de difícil justificación".